02 noviembre 2005

Vacio

A veces despertar es motivo de alegría, otras no. Dirigirse al trabajo, vestir un traje cuyo propósito es engañar. Un disfraz para las intenciones del hombre, cuyo propósito es apretar y enmarcar un simple ser humano en un engalanado corsé.

Lo más dificil cuando la luz traviesa la ventana no me es el despertar, si no ver que a mi lado hoy no ha estado mi amada, la luz que ilumina este cuarto oscuro llamado alma.

Dedicado para: Ella que sabe quien es